Estudie la carrera de diseño gráfico, e hice la maestría en creatividad para el diseño. Durante ésta necesitaba trabajar, se me presentó una entrevista de trabajo en un centro de la juventud CEJUV, para darle clases de diseño a “jóvenes en situaciones de riesgo” (muchachos pandilleros, algunos de ellos salidos de la correccional), Aunque estos último no lo capté de inmediato, sólo que iniciaba las clases el día siguiente.
Estos inicio en la practica docente me dejaron muy agradables recuerdos, vi jóvenes que deseaban salir de su situación, muchachos con una fortaleza que algunos adultos no tenemos y en esos tiempos ellos me enseñaron a mí sobre la vida, les debía hablar francamente y muchas veces de manera fuerte. Debía escucharlos, darles si podía un consejo, pero aprendí que al final ellos eran los que se debían enfrentar a su entorno.
Me gusta mucho ser maestra, ir viendo como los alumnos va creciendo en todos los sentidos, desde la estatura en algunos y todos en conocimientos. Además ver como su rostro se ilumina al encontrar una idea para su ejercicio plástico, y muchas de las veces ver sus caras de orgullo cuando me presentan su trabajo terminado.
Los motivos de insatisfacción son varios: la principal que es no se reconoce a la enseñanza de las artes como algo importante, ni por parte de los profesores de otras áreas, ni de las autoridades, ni por el gobierno. Provocando sueldos bajos, malas condiciones de infraestructura y desanimo en varios compañeros.
Sin embargo mientras que yo pueda seguir enseñando me mantendré en ello y seguiré buscando herramientas para mejorar mi práctica docente
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario